¡Sigo vivo! Sé que llevo varios meses ausente pero entre unas cosas y otras no he podido cocinar nada para el blog...
En realidad sigo liado de tiempo pero como tengo una cena de amigos y esta tarta se hace enseguida, la he aprovechado para recordaros que sigo aquí.
La receta la vi hace tiempo en Mi toque en la cocina y cuando el verano pasado la hice en una cena familiar, gustó mucho.
Es una tarta fresca que apetece mucho con este calor y que no lleva nada de tiempo en prepararla. Si aún queréis hacerla más rápido, podéis ponerle mermelada de melocotón en vez de los gajos.
¡Espero que os animéis a prepararla! ¡Nos vemos en Octubre!
INGREDIENTES: (para un molde de 20 cm)
200 gr de galletas tipo digestive
75 gr de mantequilla
300 gr de melocotón en almíbar + 4 mitades para decorar
300 gr de leche condensada
300 gr de queso crema o nata para maontar
6 hojas de gelatina
ELABORACIÓN:
Primero comenzamos preparando la base. Para ello trituramos bien las galletas hasta que quede un polvo muy fino y mezclamos con la mantequilla derretida.
Lo pasamos al molde y presionamos bien con la ayuda de una cuchara intentando dejarlo lo más plano y regular posible.
Llevamos a la nevera mientras preparamos el relleno.
Ponemos las hojas de gelatina a remojo en agua fría.
Trituramos el melocotón bien escurrido y seco.
En una batidora, mezclamos la leche condensada, el queso y el melocotón triturado.
Escurrimos las hojas de gelatina y las diluimos en un poco de almíbar que habremos calentado previamente.
Lo mezclamos con el relleno y vertemos sobre la base de galleta.
Llevamos al frigorífico un mínimo de ocho horas.
Una vez cuajada, cortamos las mitades de melocotón en gajos finos y los vamos colocando sobre la tarta desde el exterior hacia el interior.
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