Esta semana vengo con una receta de las que me traen nostalgia. En este caso del estupendo viaje que hice por Chile. Entre otras cosas, estas empanadas me fascinaron y cuando ví la receta en Espacio Culinario me la apunté y por fin me he decidido a hacerlas aunque con algunas modificaciones.
Las empanadas de pino son muy típicas en el país y se asemejan bastante a otras empanadas latinoamericanas como a las argentinas.
Van rellenas de carne de vacuno (aunque yo las llegué a probar de carne de llama en el desierto de Atacama) y condimentadas con especias, pasas, huevo cocido y aceitunas.
Estas empanadas llegan a aguantar hasta tres días en la nevera. Luego sólo habría que darle un toque de calor en el horno.
Si no teneis la posibilidad de viajar a Chile id y si no, os invito a probar esta receta y que os acerquéis un poco a su gastronomía.
INGREDIENTES: (para unas 12 empanadas)
Para el relleno:
1/2 kilo de carne picada de ternera
2 tazas de cebolla cortadas en brunoise ( a cuadraditos pequeños)
1/4 de pasas
1/2 cucharadita de pimentón picante ( dulce si no os gusta picante)
1/2 cucharadita de orégano seco
1 cucharada de perejil picado
1/2 taza de caldo de carne
1 cucharada de harina
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de sal
3 huevos cocidos
aceitunas
Para la masa:
750 gr de harina
175 gr de margarina
1 cucharadita de sal
2 yemas de huevo
1 y 1/2 tazas de agua apróximadamente
ELABORACIÓN:
Comenzamos preparando el pino el día de antes. Para ello, cocinamos la cebolla en una sartén amplia o en una olla a fuego suave con un buen chorro de aceite sin que llegue a dorarse.
Añadimos la sal y el azúcar e incorporamos la carne junto a las especias y las pasas previamente hidratadas. Removemos bien y añadimos la harina y el caldo de carne.
Cocinamos unos minutos hasta que querde una mezcla jugosa, que no líquida ni seca.
Dejamos enfriar y refrigeramos.
Para la masa, tamizamos la harina y hacemos un hueco en el centro en forma de volcán.
Añadimos la margarina a temperatura ambiente junto con la sal y las yemas de huevo. Ahora vamos añadiendo el agua poco a poco mientras que amasamos hasta conseguir una masa homogénea.
La dejamos reposar 20 minutos y la estiramos con ayuda de un rodillo hasta conseguir unos 3 mm.
Cortamos círculos de unos 20 cm de diámetro (yo lo hice con ayuda de un plato).
En el centro de la masa, colocamos un cuarto de huevo cocido, dos aceitunas y dos cucharadas del relleno de pino. Las doblamos por la mitad en forma de media luna y doblamos los bordes hacia adentro.
Pincelamos con huevo batido y horneamos a 200ºC hasta que estén doradas.
Ay, menuda pinta tienen y yo con este hambre.
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