Esta semana vengo con una receta de las que me traen nostalgia. En este caso del estupendo viaje que hice por Chile. Entre otras cosas, estas empanadas me fascinaron y cuando ví la receta en Espacio Culinario me la apunté y por fin me he decidido a hacerlas aunque con algunas modificaciones.
Las empanadas de pino son muy típicas en el país y se asemejan bastante a otras empanadas latinoamericanas como a las argentinas.
Van rellenas de carne de vacuno (aunque yo las llegué a probar de carne de llama en el desierto de Atacama) y condimentadas con especias, pasas, huevo cocido y aceitunas.
Estas empanadas llegan a aguantar hasta tres días en la nevera. Luego sólo habría que darle un toque de calor en el horno.
Si no teneis la posibilidad de viajar a Chile id y si no, os invito a probar esta receta y que os acerquéis un poco a su gastronomía.